La última reinterpretación del origen del Joker en el cine nos ofrece una visión mucho más realista del villano. Se han omitido referencias a piscinas de ácido y también a los superpoderes. De hecho, uno de los elementos más explotados en la película es la fragilidad del Joker y una sensibilidad mostrada a pinceladas que sirve para redondear un personaje cruel del que nunca habíamos visto un enfoque tan íntimo.
De hecho, el Joker de Joaquin Phoenix es más antihéroe que villano. La diferencia radica en que hasta ahora el Joker siempre tenía una motivación negativa para estropear los planes del héroe, Batman en este caso. Ese es el estereotipo de un villano. Sin embargo, lo que lo convierte en antihéroe en esta película es su protagonismo, unido a que, básicamente, no tiene ningún atributo heroico. Tampoco responde a los rasgos del héroe típico como la valentía, la honestidad o el sacrificio. Es un tipo vulnerable, fracasado, que encuentra su motivación prácticamente por casualidad y por elementos de la trama que le son ajenos.
Con estas características, los medios han encontrado la forma de comparar al protagonista de “Joker” con el del estereotipo de asesino de masas. Y especialmente en Estados Unidos, donde los tiroteos son más comunes, esta representación más empática del malo ha generado polémica. De hecho, el propio Joaquin Phoenix ha llegado a levantarse de una entrevista cuando se le ha preguntado por la influencia que su papel podría tener en futuros ataques.
Y, efectivamente, Joker es una película que se acerca más al análisis profundo de la violencia que otros trabajos inspirados en el Universo DC. Ya no es un personaje con tres orígenes ambiguos como el interpretado por Heath Ledger, sino un hombre relativamente común que se percibe víctima de unas circunstancias injustas.
Así lo revela cuando en un momento de la película confiesa: “no he sido feliz ni un solo minuto en toda mi puta vida”.
“Joker” como representación de la violencia
Al Joker de Joaquin Phoenix se le han buscado paralelismos en la realidad, y el colectivo que mejor lo ha representado ha sido el de los incel. Medios como Infobae titulaban: “Los “célibes involuntarios” y el “Joker”, inspiradores del terrorismo supremacista en Estados Unidos” y en Hipertextual se preguntaban: ‘Joker’: ¿obra maestra o alegato incel?
Un incel, para quien no esté familiarizado con el término, proviene de “involuntary celibate”, y son grupos de hombres -generalmente heterosexuales- con presencia online que culpan a las mujeres su fracaso sexual. Es decir, que se presentan como las víctimas de que ellas no quieran mantener relaciones con ellos.
Y en ese punto este Joker no cuadra con ningún tipo de movimiento sexista. De hecho, la mayor parte de muertes en cámara son masculinas. Este Joker es violento contra la sociedad entera y no hace distinción de raza o sexo.
El Joker de Jared Leto estaba más centrado en la imagen de gangster y hacía guiños a cierto proxenetismo, pero el interés del protagonista de “Joker” por las mujeres se centra más en la aprobación que en el deseo sexual. Tampoco se le ve rechazarlo. El sexo o el amor son un apoyo más que un pilar central en el comportamiento del personaje.

¿Quién es el Joker?
Las motivaciones de este Joker son varias, pero todas giran en torno a la idea de “la sensación de no haber existido nunca”. En la trama, Arthur Fleck es un payaso y comediante venido a menos que busca el reconocimiento de un público. Primero mediante risas, y a medida que se desarrolla la película mediante cualquier forma de aprobación. Es entonces, cuando se ve seguro de fraguar su personaje, cuando pide que lo presenten como “Joker”.
Cuando Warner Bros estaba anunciando la película, se refirió a ella como «una exploración de un hombre ignorado por la sociedad que no es solo un estudio de carácter arenoso, sino también un cuento de advertencia más amplio». Por eso no vemos en “Joker” solo la polémica de grupos de odio minoritarios, sino el miedo a que una gran parte de la población se vea reflejada en él.
Por ejemplo, se hace énfasis en la figura de los medios y del hedonismo. Y aunque la película está inspirada en un momento muy anterior a los smartphones, ya se intuye la amenaza de las emociones negativas que crea la obsesión por destacar.
Arthur empieza ensayando delante de espejos y siendo objeto de burla. Es solo en el momento en el que revela los rasgos más extremos de su personalidad cuando encuentra la aceptación del grupo. Hay puntos en “Joker” en los que la trama parece una carrera del protagonista por destacar frente a la masa y de hacer algo digno de mención, aunque sea terrible.
Rasgos de la personalidad del Joker
El Eneagrama es un sistema que se usa para clasificar personalidades y cuenta con 9 eneatipos distintos que se mezclan entre ellos.
Hasta ahora, el Joker de los cómics y de las películas, además de villano (complemento de Batman) se ve representado como “el aventurero”, pero al centrarnos en su parte negativa, el Joker tradicional sería una variable conocida como “el oportunista”. Estos personajes se caracterizan por:
- Priorizar el optimismo y la gratificación.
- Busca oportunidades y experiencia
- Buscar la compañía de los demás
- Justificar acciones y sentimientos negativos.
En cambio, el Joker de Joaquin Phoenix tiene más características del “artista” con tendencia a la variable de “el entusiasta”, que en su faceta negativa se define por:
- Ser enérgico e impulsivo.
- Buscar crear un impacto y tener relevancia.
- Ser individualista.
- Temer ser ignorado por el resto del mundo.
¿Exploración o validación de la violencia?
Una de las frases que marcaron el papel de Heath Ledger en “El Caballero Oscuro” fue “¿Te parezco un hombre con un plan?” A diferencia del Joker de Nolan o de otras versiones de su origen como la de Alan Moore en “La broma asesina”, da la sensación de que el personaje interpretado por Phoenix actúa de un modo más aleatorio e influido por sus circunstancias.
El Joker, presentado como víctima además de como villano, ofrece una visión más íntima de uno de los personajes más conocidos de la cultura popular. Pero, a diferencia del cómic de superhéroes y el cine basado en ello, este Joker tiene los pies en la tierra y nadie que se los pare.
Sin Batman y sin una idea clara de justicia, “Joker” se mueve entre la exploración y la validación de ideas violentas y controvertidas. Es una representación del caos y la violencia ante la desesperanza. Quizás el motivo por el que la película ha reflejado con tanta crudeza los sentimientos más siniestros de algunos espectadores. Al fin y al cabo en la película, después de la rabia, los momentos de intimidad frente a un espejo son quizás los más incómodos de “Joker”.