Este texto se basa en el vídeo «Chantajes y amenazas en el porno” que puedes encontrar en mi canal de Youtube con el material completo.
Existen testimonios sobre amenazas en el porno cuando las actrices denuncian un caso de abuso sexual. En este último vídeo de la serie hablaremos de las amenazas, las represalias y de cómo se silencian muchos casos de abusos en la industria pornográfica. Mostraremos ese momento en el que alguien intenta denunciarlo y no puede porque se le impide desde dentro.
Sería genial que a este vídeo le siguieran otros de más gente, porque no es el único caso.
De hecho, son unos cuantos, y a pesar de ello siguen enterrados otros tantos más. Si te preguntas que puedes hacer desde tu casa, probablemente no haya una alternativa muy útil, pero ayuda mucho escuchar otras voces que no sean las cuatro de siempre, ya que a menudo la visibilidad en casos de denuncia es lo único que puede llevar las cosas a buen puerto.
Cuando pensáis en pornografía, probablemente penséis en los mismos nombres. Gente que estaba allí desde hace años, o personas que han aparecido de la nada y a las que se les ha dado una cancha sospechosa. Pero la cantidad de productoras, actrices y personas relacionadas con la industria es tremenda. No es un número tan amplio como el de la prostitución, desde luego, pero el negocio cada vez es más grande. Algun día hablaremos de las conexiones entre medios, productoras porno y promotores.
Cualquiera puede presentarse como profesional y abusar
Pero ¿cómo crece tanto el negocio de la pornografía? Es sencillo. Que crezca no significa que sea rentable. Como dijo una productora a la que entrevisté, «hoy en día alguien se compra una cámara en mediamarkt y puede empezar a grabar porno» y a eso vamos.
Ese es el problema. En un país donde trabajar en B está normalizado, por supuesto que las empresas dedicadas al porno funcionan en mayor o menor medida de forma irregular. Y aunque que algo participe en la economía sumergida no nos escandalice ya, sí que supone una serie de riesgos en el caso de que algo vaya mal. Desde demostrar un contagio por ETS en el set de rodaje a, por ejemplo, no poder demostrar un abuso porque misteriosamente los discos duros han desaparecido y lo poco que queda es tu palabra contra la de la productora, como contaré más adelante.
Esta historia es absolutamente real y ocurrió tal cual, de la noche a la mañana los discos duros no estaban según la denunciante. Vamos, que al final quien más riesgo corre es el que está delante de la cámara. Para el defraudador fiscal, por ejemplo, multa y a casa.
Sé lo que estáis pensando, hay un productor porno que está en casa después de ser investigado por cosas más graves que fraude fiscal.
«Si hablas publicaremos tus vídeos con tu nombre real»
La última experiencia relacionada con el tema es la que sigue. Además, tiene mucho que ver con la creación del canal:
Sabrina y yo íbamos a aparecer en un documental para el público internacional y era genial. Era la oportunidad definitiva. Por fin se oía un discurso desde dentro que hablaba de abusos sexuales y que podía decir nombres y datos por experiencia propia. Además, con la visibilidad, difícilmente le pasaría algo feo.
Lo mejor de todo es que en ese mismo documental también aparecían otras voces que defendían una visión menos crítica del porno, así que el debate que generaría sería muy interesante.
Qué sorpresa que alguien de una antigua productora se enteró y recuperó varios vídeos suyos. Esta persona la conocía y sabía en qué entornos se movía, dónde trabajaba… En fin, detalles muy personales.
Esta persona le advirtió de que si daba la cara, los vídeos volverían a explotarse en internet y acabarían en conocimiento de sus futuros empleadores, familia y demás. Esto, claro, lo expongo a sabiendas de que le ha ocurrido a varias chicas, por lo que sería muy difícil para el «empresario» ubicar a la afectada en cuestión.
La policía, según cuenta, dijo que no podía hacerse nada.
Sabrina, una actriz porno que ha salido en unos cuantos videos de productoras nacionales e internacionales, varios eventos eróticos y demás, no puede hablar públicamente porque sabe que si lo hace habrá represalias.
Desaparecieron los discos duros y cualquier prueba de agresión sexual
Hubo otra historia en la que quizás se habló algo más. En esta ocasión una chica denunció una serie de abusos, y su versión incluía haber sido atraída al mundo del porno por un grupo de BDSM.
Vamos a poner un poco de contexto: una estudiante llega a una ciudad nueva, quiere probar experiencias distintas y le resulta interesante el mundo de la dominación y la sumisión, pero quiere hacerlo de una forma segura, de modo que encuentra un grupo que la acoge, y en ese grupo se encuentran distintas personas relacionadas con el mundo del porno.
Hasta aquí todo bien porque no había nada que ella no esperase. Le dijeron «te ofrecemos esto, que puedes pasarlo muy bien y además puedes sacarte un dinero» y ella aceptó. No era un proyecto mainstream ni nada semejante. Funcionaban a través de una productora pequeña que hacía unos vídeos para un mercado muy concreto relacionado con, como digo, el mundo de la sumisión. Además, era la época del «nuevo» porno y el porno feminista y estaban cuidando mucho el marketing y la iluminación. Vaya, que la idea era «estamos vendiendo algo distinto aquí».
Y en este contexto ocurrieron los abusos. Lo que en un principio parecían quedadas entre personas que buscaban explorar su sexualidad, se trataba una tapadera para que una pareja de productores ascendiese en el escalafón. Y ascendieron. Después de cerrar la productora él entró en algo internacional y la popularidad de ella ha crecido como la espuma.
Pero los abusos que sufrió esta fuente se han quedado en un limbo, porque misteriosamente no quedó referencia alguna a ella ni a su paso por dicha productora. De hecho, la empresa cerró. Como no había contratos o facturas parece que es difícil demostrar lo que ocurrió. Pero están las imágenes ¿no? No. Los discos duros se destruyeron, de aquello no queda nada. Lo único que podría pasar es que alguien desde dentro reconociera lo que había ocurrido y se presentara como testigo, o que se entregara directamente.
Cinco chicas muertas a principios de 2018
En esta línea, y si queréis ver algo más concreto, podéis ver reportajes como Hot Girls Wanted que expone la situación de chicas muy jóvenes en la industria norteamericana. Allí tampoco ha habido mayores consecuencias. De hecho, en 2018 morían 5 chicas bastante valiosas para la industria. La lista es esta: August Ames, Olivia Lua, Shyla Stylez, Olivia Nova, Yuri Luv. Muertes de personas que rondaban los 20 años y que generalmente estaban relacionadas con suicidios o sobredosis.
La web Fight the New Drug dedicó varios post a hablar de violencia y abusos en el porno, y rescató estos testimonios de otras mujeres que han dejado la industria:
Fue una tortura que duró siete años. Era miserable, estaba sola, y eventualmente recurrí al alcohol y las drogas e intenté suicidarme. Sabía que quería irme, pero no sabía cómo salir.
Jenna
Claro que mentía a mis fans. Les hice creer que vivía una vida de fantasía que estaba muy lejos de la realidad. Los alimentaba con sus propias fantasías. Dije que quería tener sexo 24/7 e hice que pareciera que amaba absolutamente lo que hacía y que estaba viviendo una vida feliz. Les di esperanzas y consejos para sus relaciones diciéndoles cómo actuar. Empecé a sentirme como una doña nadie bastante importante. Conocieron a Elisabet, la pornstar, pero no les preocupaba conocer a Jan, mi yo real.
Jan
O este caso en el que alguien identificado como T. nos cuenta como recuerda un rodaje. Todos estos casos son estadounidenses.
Tenía que hacer lo que el productor quisiera y tenía que aceptarlo o no cobraba.
Cuando volví al set, mareada por las pastillas, la habitación estaba llena de gente. Sonido, luces, cámaras, el equipo de maquillaje, incluso una fluff girl.En total, había más de 20 personas tras una línea imaginaria. El foco estaba puesto en un sofá en medio de la habitación.
T.
Si existe violencia ¿por qué no se investiga?
Y sí, como veis puede parecer que se está hablando de ello. Aquí no todo el mundo es malo o es bueno en función de a qué lado de la valla esté. Probablemente estéis hartos de vernos a activistas en debates lanzándonos moralinas. La realidad es que si yo puedo hacer estos vídeos es porque hay gente ahí dentro que quiere cambiar las cosas y mejorar su situación. Porque no tiene otra alternativa o porque realmente quiere seguir. No soy quién para cuestionarlo.
Hace poco, una conocida actriz porno española reconocía que había endulzado su vivencia en la industria. Esta chica, amiga de editores y con una presencia importante en medios de comunicación decía que no, que oye, que igual no era tan bonito después de todo.
Después de todo incluye todas las entrevistas promocionales y la gira por distintas televisiones negando o quitándole hierro a la violencia en la industria pornográfica. Sucedía cerca del horario infantil.
¿Quién es el responsable?
El caso es que aquello ha quedado atrás y el titular era que bueno, que más vale tarde que nunca. Pero no se ha comentado si todo aquel contenido que se generó ayudó a invisibilizar situaciones reales de abuso.
Con casos así los medios tienen más responsabilidad de la que parece. Esta vez porque para cualquier usuario es probable que parezca que no hay más nombres hablando en la industria que quienes han saltado a las entrevistas de canales nacionales, y no es así. En realidad, y me tiro a la piscina, lo que esta gente representa es el discurso de la industria que lleva creciendo desde los 80, con sus mismos personajes, buscando un mercado distinto, más joven, un público millenial que compra productos disfrazados de activismo.
Y así, mientras haya titulares, pero no testigos, las cosas van a seguir igual.
1 comentario en «Amenazas en el porno: «Si hablas publicaremos tus vídeos con tu nombre»»
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